sábado, 3 de diciembre de 2011

Funciones de la Comunicación no Verbal


Funciones de la Comunicación no Verbal

Los signos no verbales pueden ir acompañados de signos verbales o pueden emplearse aisladamente, a veces también junto a otros signos del sistema no verbal. Por ejemplo, si queremos expresar que una comida es muy sabrosa podemos emplear el signo del paralenguaje “Mmmmm”, el gesto de pasar la lengua por el labio superior y la expresión: “¡Qué rico!”.

Los signos no verbales se utilizan de manera consciente o inconsciente, aun cuando el emisor no se dé cuenta de su empleo, el receptor captará estos actos comunicativos involuntarios. Son algunos de ellos los cambios de postura cuando queremos tomar el turno de palabra, distanciarnos cuando alguien no nos agrada, desviar la mirada cuando algo no nos interesa, así como algunas aspiraciones o sonidos alargados (hh, Ee, Aa, Mm).


La paralingüística, la quinésica, la proxémica y la cronémica cumplen siempre alguna función dentro de la comunicación, son signos funcionales a diferencia de la comunicación verbal, que es básicamente expresiva. La comunicación no verbal se utiliza en la interacción social para saludar, presentarse, pedir perdón, felicitar, agradecer; en la estructura y control de la comunicación para pedir turno de palabra, pedir que se repita algo, o que se hable más alto; o en la interacción comunicativa para identificar objetos, ubicar, dar instrucciones, pedir a alguien que haga algo,...
 
Cestero menciona, además, que los signos de comunicación no verbal son plurifuncionales, cumplen una o más funciones dentro de la interacción. Entre estas funciones se encuentran fundamentalmente:

    Añadir información al contenido o sentido de un enunciado verbal o matizarlo. Se puede realizar esta función especificando o reforzando un contenido, como es el caso de usar un tono elevado en una expresión como “¿qué haces?” (queriendo expresar que no le parece bien lo que está haciendo la otra persona); confirmando el contenido o sentido de un enunciado verbal como es el caso de mover la cabeza hacia los lados de derecha a izquierda para expresar negación acompañando a enunciados como “No, no, no, de eso nada”; debilitándolo como en el caso de usar un tono más bajo y sonreír mientras expresamos algo que puede molestar o afectar emocionalmente a alguien, como por ejemplo: “Yo no lo haría así” o “Creo que podrías mejorar este trabajo”; o contradiciéndolo como en el caso de pronunciar en tono alto y con gestos faciales o corporales que muestran enfado una expresión como “muy bonito, ¡eh!”.

     Sustituyendo al lenguaje verbal en la comunicación como es el caso de gestos manuales para pedir a alguien que se acerque, que nos traiga la cuenta, para indicar que algo huele mal, que nos agrada o desagrada, etc.


    Regulando la interacción mediante la pausa, descenso en el tono, alargamiento de sonidos finales, o la fijación de la mirada para mantener el turno o ceder la palabra.

   Subsanando las deficiencias verbales, o sea, para resolver problemas comunicativos por falta de conocimiento o por no recordarlo en ese preciso instante. De este modo, se emplean elementos paralingüísticos como Ee o Mm para indicar que no nos acordamos de una palabra, o bien intentamos mediante gestos explicar qué es.



Favoreciendo las conversaciones simultáneas, como cuando una persona habla por teléfono y quiere comunicarse también con otra persona que está en su presencia.


Referencia:
http://www.marcoele.com/descargas/china/g.sanchez_comunicacionnoverbal.pdf

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